El humanista
Al contrario de lo que ocurrió con su padre Louis, Wilhelm Opländer fue familiarizándose poco a poco con la empresa familiar. Durante algunos años, dos ingenieros podían hacerse cargo de los problemas técnicos. Esto ocurrió después de que Louis, con mucha dedicación, hubiera conseguido sacar adelante a su familia durante las dificultades de la guerra y la posguerra y, con sus nociones de ingeniería poco académicas, hiciera importantes aportaciones culturales y sociales. Este es el entorno en el que creció Wilhelm Opländer, que fue el primero de la familia Opländer en completar sus estudios y, además, era un ingeniero mecánico con mucho talento.
La estrecha y, como pueden imaginarse, fructífera colaboración entre Louis y su hijo Wilhelm dio lugar a importantes reflexiones en las que los distintos procesos físicos eran siempre la parte fundamental. Finalmente, la única solución adecuada que encontraron fue fabricar un acelerador de recirculación o una bomba cuya presión de impulsión debía ser muy baja. La solución consistía en que una corriente de agua actuara en la instalación de calefacción central. Esta bomba, que debía cumplir un montón de requisitos técnicos, principalmente requeridos legalmente por la caldera de vapor, supuso una novedad mundial y una invención de gran calado para la tecnología de calefacción y la edificación.
A finales de los años 20 del siglo pasado revolucionó por completo la edificación, permitió ahorrar energía y combustible y, por primera vez, ofreció la posibilidad de conseguir el confort fisiológico deseado al calentar estancias. Esta novedad mundial consiguió su patente internacional en 1929 y, durante décadas formó parte integral de la edificación. De este modo, a día de hoy el nombre de Wilhelm Opländer sigue ligado a los logros tecnológicos en la construcción de calefacciones y en la climatización (empresa Louis Opländer), a los nuevos desarrollos del negocio de las bombas y al nombre de la empresa «Wilo», que se deriva del nombre de Wilhelm Opländer. Este ingeniero mecánico de Dortmund llevó a cabo grandes proyectos de construcción de instalaciones de calefacción y ventilaciones en edificios públicos. El negocio de las bombas comienza su andadura.
Como su padre Louis y, posteriormente, su hijo Jochen, también Wilhelm Opländer era un remero entusiasta y un promotor comprometido del club de remo Hansa e.V., en Dortmund. Asimismo, tenía un gran interés por la música y la literatura, algo que también caracterizaría a su hijo Jochen, que posteriormente persiguió y cultivó sus intereses musicales y, finalmente, se convirtió en un importante mecenas musical de la ciudad de Dortmund.