02.09.2024

¿Cuánto se puede ahorrar en una bomba sustituyéndola?

Ahorre energía y dinero sustituyendo su vieja bomba estándar sobredimensionada por una de bajo consumo. Reduzca sus costes energéticos y haga que su sistema de calefacción sea más eficiente. No pase por alto el ahorro potencial en la sala de calderas.

Sustituir la bomba de calefacción: Una elección inteligente para ahorrar dinero

¿Alguna vez se ha preguntado cuánta energía consume su bomba de calefacción consume realmente? A menudo pasamos por alto el impacto que tienen algunos electrodomésticos en nuestro consumo de energía. Mientras que los frigoríficos, los televisores y las lámparas nos recuerdan constantemente que consumen electricidad a través de su presencia visual en nuestros espacios vitales y su uso regular directo en nuestra vida cotidiana, no ocurre lo mismo con las bombas de calefacción. Cuando pensamos en el ahorro de energía en relación con la tecnología doméstica, solemos pensar más en el sistema de calefacción que en la bomba. Sin embargo, sustituir la bomba es una medida sencilla y muy eficaz para ahorrar electricidad.

Una bomba de calefacción antigua: un auténtico consumidor de energía

Una bomba de calor antigua no sólo puede calentar su casa de forma ineficaz, sino que también puede ser una carga para su bolsillo y para el medio ambiente. ¿Por qué? Sencillamente, los modelos anticuados son auténticos consumidores de energía. El problema de muchas de estas bombas es que funcionan constantemente, independientemente de si realmente se necesita calor o no.

Los modelos antiguos son especialmente ineficientes en este sentido, sobre todo las bombas no reguladas. Pueden consumir entre 550 y 800 kWh al año. Imagine su bomba antigua de calefacción funcionando día y noche, año tras año. El consumo continuo de energía se acumula rápidamente y puede suponer una parte importante de sus costes energéticos. Pero, ¿cuánto puede ahorrar realmente sustituyendo su bomba antigua de calefacción?

Su potencial de ahorro con la sustitución

La tecnología ha avanzado enormemente: ahora existen bombas modernas de alto rendimiento capaces de ajustar su rendimiento a la demanda del momento. A modo de comparación: Supongamos que su antigua bomba no regulada consume 800 kWh de electricidad al año. Sustituyéndola por una bomba moderna de bajo consumo, puede reducir el consumo a sólo 160 kWh. Eso se traduce en un ahorro anual de 640 kWh. En otras palabras, la sustitución de una bomba de calefacción antigua por un modelo energéticamente eficiente puede ahorrar hasta un 80% en costes de electricidad. Una cifra impresionante. Con un precio medio de la electricidad de 0,30 euros por kWh, se obtiene un ahorro anual de 192 euros. Los costes de sustitución se amortizan rápidamente.

Sin embargo, sustituir una bomba no sólo reduce su consumo de energía y ahorra costes, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente. Cuando se necesita menos electricidad, hay que generar menos electricidad. Se conservan los mejores recursos energéticos y se producen menos emisiones. Su huella de carbono personal disminuye.

Dónde más fluye la electricidad

Por supuesto, la antigua bomba de calefacción no es el único devorador de energía de su hogar. Pero, ¿dónde se sitúa aproximadamente el consumo de otros aparatos? ¿Cómo encaja aquí la bomba? He aquí algunos ejemplos:

  • Frigorífico:
    no sólo protege nuestros alimentos, sino que también es el centro de muchas aventuras culinarias. Desde un simple frigorífico hasta un moderno modelo side-by-side con dispensador de hielo, se ha convertido en una maravilla técnica. Sin embargo, esta constante disponibilidad tiene un precio. Aunque los frigoríficos modernos son mucho más eficientes desde el punto de vista energético gracias a los avances tecnológicos, siguen teniendo que funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Dependiendo del tamaño y del modelo, este consumo puede oscilar entre 100 y 400 kWh al año. Evitando aperturas frecuentes y prolongadas de la puerta, almacenando adecuadamente los alimentos y ajustando la temperatura óptima -normalmente entre 5 y 7 °C-, el consumo puede reducirse considerablemente.
  • Lavadora:
    La lavadora se ha convertido en un elemento indispensable de nuestro hogar. Garantiza ropa limpia y ropa de cama fresca. Sin embargo, esta comodidad va asociada a un importante consumo de energía. Mientras que los modelos anteriores eran a menudo ineficientes y consumían mucha agua, las lavadoras modernas están ahora diseñadas para ahorrar agua y energía. Con funciones avanzadas como la detección automática de carga, que ajusta el consumo de agua y energía en función de la cantidad real de ropa, o programas ecológicos especiales que lavan a temperaturas más bajas, los modelos actuales son mucho más eficientes. Según el modelo y los programas de lavado seleccionados, una lavadora consume entre 0,5 y 2 kWh por ciclo. Dependiendo de la frecuencia de uso y del precio de la electricidad, esto puede suponer una cantidad notable en la factura anual de la luz: unos 200 kWh.
  • Horno y Fuegos:
    Los hornos eléctricos y fuegos también también son consumidores importantes de la electricidad. Según el uso y el modelo, el consumo de los fuegos puede rondar los 450 kWh. En el debate sobre la eficiencia energética, las placas vitrocerámicas y las de inducción suelen estar en el punto de mira. Mientras que las cocinas de vitrocerámica se calientan mediante resistencias eléctricas situadas bajo la superficie vitrocerámica, las cocinas de inducción generan un campo magnético que produce calor directamente en el fondo de la olla. Como resultado, las cocinas de inducción son generalmente más eficientes energéticamente y más rápidas que sus homólogas vitrocerámicas. Sin embargo, siempre hay formas de reducir el consumo de energía de la cocina: precalentar durante menos tiempo, utilizar el calor residual o cocinar con una tapa puede ayudar a reducir el consumo de electricidad.

Entre los consumidores de energía de un hogar, la bomba de calefacción antigua ocupa un lugar destacado, con un consumo de entre 550 y 800 kWh. Sustituir su bomba antigua no sólo es bueno para su bolsillo, sino también para el medio ambiente. El ahorro puede ser considerable y le permitirá reducir sus gastos energéticos. Sin embargo, no olvide vigilar otros electrodomésticos de su casa que consumen mucha energía y elija alternativas energéticamente eficientes. Juntos podemos contribuir significativamente al ahorro de energía y a la protección del medio ambiente.

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